Mitos y Verdades sobre la Hipertensión y la Alimentación

Mitos y Verdades sobre la Hipertensión y la Alimentación

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Mitos y Verdades sobre la Hipertensión y la Alimentación

La hipertensión arterial es una de las condiciones médicas más prevalentes en todo el mundo, afectando a millones de personas y siendo un factor de riesgo significativo para enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. La buena noticia es que muchos de los factores de riesgo asociados con la hipertensión, incluyendo la dieta, son modificables. Por eso, en esta ocasión hablaremos de la relación entre la alimentación y la hipertensión.
Aprovechamos la ocasión del Día Mundial de la Hipertensión el 17 de mayo para desentrañar algunos mitos y verdades sobre cómo lo que comemos afecta nuestra presión arterial. Es fundamental estar informados y tomar decisiones alimenticias conscientes para cuidar nuestra salud cardiovascular y promover un estilo de vida más saludable.

 

Mito 1: Todos los tipos de sal son iguales

Un mito muy común es que todos los tipos de sal son iguales. Sin embargo, esto no es del todo cierto. El sodio en la sal es el culpable principal de aumentar la presión arterial. Las sales marinas y las sales rosadas del Himalaya, aunque a menudo se perciben como más “naturales”, contienen una cantidad similar de sodio que la sal de mesa común. Lo que es crucial es moderar la ingesta total de sodio, independientemente del tipo de sal que utilices.

Mito 2: Los suplementos de potasio pueden resolver el problema de la hipertensión

Si bien el potasio es esencial para mantener una presión arterial saludable, pensar que los suplementos de potasio por sí solos pueden resolver el problema de la hipertensión es un mito. Es cierto que el potasio contrarresta los efectos negativos del sodio en la presión arterial, pero es más efectivo obtenerlo de fuentes naturales, como plátanos, espinacas y aguacates, que de suplementos. Además, un desequilibrio en el nivel de potasio puede ser igualmente peligroso, por lo que es fundamental equilibrar la ingesta de este mineral con una dieta balanceada, y se recomienda no usar las sales de potasio.

Mito 3: El consumo de huevo aumenta la presión arterial

Este es un tema que genera controversia. Durante mucho tiempo, se creyó que el consumo de huevos, debido a su contenido de colesterol, podía elevar la presión arterial. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que el consumo moderado de huevos, alrededor de 1 diario, no tiene un impacto significativo en la presión arterial en personas sanas. De hecho, los huevos son una excelente fuente de proteínas y otros nutrientes esenciales que pueden formar parte de una dieta equilibrada para la salud cardiovascular.
Según el portal web ‘Men’s Health’, es importante destacar que comer huevos no aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, al contrario, puede reducirlo. La idea de que comer muchos huevos a la semana es perjudicial es una creencia incorrecta.”Aunque contiene cantidades de colesterol en la yema, el consumo de huevo no tiene ningún efecto negativo en la salud”, dice la Doctora Ana López Sobaler, directora del departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.
Sin embargo, las necesidades de consumo de huevos varían de persona a persona, pero en general, la recomendación oscila 1 y 2 por día, según lo indica la nutricionista Claudia Angarita

 

Dieta DASH: Una Aliada para la Hipertensión y la Salud General

La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) es un enfoque dietético diseñado principalmente para pacientes con hipertensión. Sin embargo, su naturaleza saludable la convierte en una opción válida para aquellos sin patologías específicas y para quienes buscan mejorar su salud metabólica, como aquellos con diabetes o dislipemia. Además, puede ser una herramienta efectiva para la pérdida de peso, especialmente en personas con hábitos dietéticos poco saludables.

Precauciones y Recomendaciones

La efectividad de la dieta DASH en el control de la hipertensión se ha potenciado en pacientes que ya están en tratamiento farmacológico. Para los pacientes ancianos bajo tratamiento, se ha observado que una reducción del sodio es especialmente efectiva. En casos de hipertensiones resistentes, la gestión dietética ha mostrado mejoras significativas.
No obstante, es esencial ser cauteloso con ciertos grupos. Los pacientes hipertensos con insuficiencia renal crónica deben prestar atención, ya que la dieta DASH puede requerir ajustes para restringir fósforo, potasio y contenido proteico, que a menudo se encuentran en niveles elevados en este tipo de dieta.

Recomendaciones Generales de la Dieta DASH

  • Control de Sal: Limitar la cantidad de sal a menos de 2,4 g/día, equivalente a una cucharadita rasa de café.
  • Evitar Alimentos Procesados: Mantenerse alejado de productos ultraprocesados o precocinados
  • Conservas de Pescado: Preferiblemente naturales (0% sal) y consumirlas con moderación.
  • Evitar Caldos Industriales: Evitar añadir pastillas de caldo de carne o pescado a las comidas.
  • Limitar Bebidas Carbonatadas y Estimulantes: Optar por opciones más saludables.
  • Frutas y Lácteos: Consumir al menos 3 frutas y 2-3 lácteos desnatados al día.
  • Técnicas Culinarias Saludables: Utilizar métodos de cocción que no aporten demasiada grasa.
  • Hidratación: Asegurar una ingesta de 1,5 o 2 litros de agua al día, incluyendo infusiones.
  • Pescado y Carnes: Preferir pescado y carnes magras, limitando las carnes rojas.
  • Pan Integral: Añadir 30 g de pan integral sin sal en comidas y cenas.
  • Postres Saludables: Optar por una pieza de fruta de 150 g como postre.

La dieta DASH es una opción valiosa para mejorar la salud cardiovascular y general. Sin embargo, es esencial consultar con un profesional de salud o nutricionista antes de realizar cambios significativos en la dieta, especialmente si se tienen condiciones médicas preexistentes.

 

Decisiones Alimenticias Informadas para una Vida Saludable

Es fundamental desmitificar las creencias populares y malentendidos sobre la hipertensión y la alimentación. A pesar de la abundancia de información disponible, la confusión persiste. Por eso, es esencial buscar información basada en investigaciones y recomendaciones de expertos en nutrición y cardiología.

Recuerda, la prevención y el control de la hipertensión comienzan en nuestra cocina. Opta por alimentos bajos en sodio, ricos en potasio y sigue disfrutando de los huevos de manera moderada. Empoderarte con el conocimiento adecuado te permitirá tomar decisiones alimenticias informadas que beneficien tu salud cardiovascular y te ayuden a promover un estilo de vida más saludable.

Referencias

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